jueves, 30 de agosto de 2012

Sanidad planea crear una base de datos de menores expuestos al maltrato

Estarían incluidos los niños maltratados por su padres y también de madres víctimas de violencia de género

 

Se prevé que la medida se incluya en el Plan de Infancia y Adolescencia previsto para Noviembre


El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad planea crear una base de datos de menores que estén expuestos a situaciones de maltrato, una medida que podría incluirse en el Plan de Infancia y Adolescencia que prepara este departamento y que estará listo previsiblemente en Noviembre.

Así lo han asegurado a Efe fuentes del departamento que dirige Ana Mato, que han precisado que en esta base de datos estarían incluidos los niños que son maltratados por su padres o cuyas madres son víctimas de violencia de género, para hacerles un seguimiento y mejorar su protección.

En ambos casos tendrá que existir una denuncia por malos tratos ya que, de no ser así, resulta muy complicado conocer la situación de los menores, han añadido las mismas fuentes.

La medida estará casi con toda seguridad incluida en el Plan de Infancia y Adolescencia que está elaborando un grupo de trabajo del Observatorio de la Infancia del Ministerio de Sanidad, que ya ha elevado un primer borrador.

«Desjudicializar» el acogimiento familiar

 

El borrador del Plan, al que ha tenido acceso Efe, prevé también «desjudicializar» el proceso del acogimiento familiar de los menores a cuyos padres se les ha retirado la tutela, de modo que sean las entidades públicas de protección de la infancia las que tengan la competencia y no los jueces como hasta ahora.

Con ello el Ministerio quiere agilizar los trámites del acogimiento porque, según el texto, en muchas ocasiones éstos se demoran en exceso y a veces discurren por unos trámites «extravagantes».

Otra de las novedades que recoge el borrador es la creación de un estatuto jurídico del acogedor familiar, que hasta ahora no existía, y que recogerá las responsabilidades de éste cuando tenga un menor en acogida.

En cuanto a la adopción, el plan, que tiene como objetivo la protección de la infancia y que requerirá algunas reformas legislativas, establece una diferencia de edad entre los adoptantes y los adoptados de un máximo de cincuenta años.

Por otra parte, los padres que tengan un hijo biológico o adoptado y haya sido declarado en desamparo o en situación de guarda administrativa judicial no podrán ser declarados idóneos para adoptar.

Asimismo, los padres que hayan perdido la tutela de su hijo tendrán un periodo máximo de dos años para promover el cese de la suspensión de la patria potestad y la revocación de la situación de desamparo.

Planes de apoyo

 

El Ministerio de Sanidad prevé tener listo el plan para el próximo mes de Noviembre, cuando lo apruebe el Consejo de Ministros, aunque previamente pasará por el Observatorio de la Infancia, han señalado las fuentes.

Sanidad también tiene prevista la elaboración de un plan de apoyo integral a la familia, que verá la luz el próximo año, ya que, de momento, se encuentra en una fase inicial y aún no se ha elaborado ningún borrador.

Este futuro plan hará hincapié en la racionalización de horarios para favorecer la conciliación familiar y la corresponsabilidad y tendrá en cuenta las conclusiones a las que llegue la subcomisión parlamentaria que se ha aprobado con el mismo fin y que probablemente se pondrá en marcha el próximo mes de Septiembre.



EFE
30-08-2012
Elena Carreras

martes, 14 de agosto de 2012

El abuso mental infantil deja cicatrices de por vida

Las humillaciones, diatribas y amenazas frecuentes podrían constituir maltrato psicológico

Menospreciar, amenazar o ignorar a los niños constantemente puede resultar tan nocivo para su salud mental como el abuso físico o sexual, según un informe reciente de un grupo de pediatras.

Pero ante la ausencia de moretones detectables, los pediatras, maestros y familiares quizás tengan problemas para reconocer éstas y otras formas de abuso psicológico. No solo no hay cicatrices físicas obvias, sino que tampoco hay una definición universalmente aceptada de qué constituye el maltrato psicológico de los niños, y puede existir una frontera muy fina entre un estilo de crianza no demasiado bueno y el abuso en sí, señalan los expertos.

"El mensaje principal para los profesionales clínicos infantiles y las personas que trabajan con niños es que el maltrato psicológico puede ser igual de nocivo que otros tipos de maltrato", enfatizó la coautora del informe, la Dra. Harriet MacMillan, profesora de los departamentos de psiquiatría, neurociencias conductuales y pediatría de la Universidad de McMaster en Ontario, Canadá.

"Sabemos que la exposición a otros tipos de maltrato como el abuso físico y sexual se puede asociar con una amplia variedad de tipos de discapacidad en la salud física y mental, y en el desarrollo cognitivo y social", señaló. "De forma similar, observamos esos tipos de discapacidades asociadas con el maltrato psicológico".

El informe de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) aparece en línea el 30 de julio y en la edición impresa de agosto de la revista Pediatrics.

Calcular la prevalencia del problema es difícil, en parte debido a la falta de una definición universalmente aceptada de abuso psicológico, señaló MacMillan. Estudios en Gran Bretaña y Estados Unidos calculan que de 8 a 9 por ciento de las mujeres y 4 por ciento de los hombres reportan abuso psicológico severo en la niñez.

El maltrato psicológico de los niños puede tomar varias formas. Puede incluir menospreciar, humillar o ridiculizar crónicamente a un niño por mostrar emociones normales. También existe la negligencia, como dejar a un bebé solo en una cuna todo el día, excepto para alimentarlo o cambiarle la ropa.

Otras formas de maltrato psicológico pueden incluir no proveer cariño y calidez al niño, poner a los niños en situaciones peligrosas o caóticas, tener expectativas rígidas o poco realistas acompañadas por amenazas si no se cumplen, o confinar al niño y restringir las interacciones sociales. Otro ejemplo es limitar el acceso de un niño a atención de salud necesaria por motivos aparte de la asequibilidad, según el informe.

A veces, pero no siempre, el abuso psicológico se da junto con el abuso físico.

"Una vez, un niño me contó que su papá le pegaba", comentó MacMillan. "El niño dijo que su papá decía cosas sobre él que le hacían sentirse mal, peor que los golpes".

Una de las claves para detectar el abuso es su omnipresencia, señalan los expertos. Ser un mal padre por un día probablemente no constituya abuso. Pero una ridiculización casi constante, decirle a un niño que no se le quiere, es abuso, aseguró MacMillan.

De forma similar, existe la crianza "por debajo de la óptima", en otras palabras, nadie nominaría a esas mamás o a esos papás como padre del año, frente a una crianza que es tan nociva que sube al nivel de abuso.

Diferenciar entre ambas cosas puede resultar difícil, señalan los expertos.

"El abuso psicológico es tan insidioso, y ni la víctima ni otros familiares lo reconocen fácilmente", lamentó Alec Miller, jefe de psicología infantil y adolescente del Centro Médico Montefiore, en la ciudad de Nueva York.

"Si vemos a alguien ser golpeado, todos sabemos que es contra la ley", dijo Miller. "Se define como ilegal y muy malsano. Otras cosas son menos claras. Si no hay moretones, es más difícil convencerse de que es abuso".

La investigación muestra que los efectos de la negligencia y el abuso psicológico pueden ser profundos y duraderos, e ir desde problemas con el desarrollo cerebral o no lograr crecer de forma adecuada hasta problemas con la conducta y con relacionarse con los demás.

Algunos padres que son abusadores psicológicos ni siquiera están conscientes de que sus palabras y acciones hacen daño a sus hijos, lamentaron los expertos.

Un ejemplo pueden ser padres que atraviesan un divorcio difícil. "El niño es sometido a un conflicto importante entre los padres, y se le dice todo tipo de cosas sobre el otro padre, y se le obliga a elegir una alianza", planteó MacMillan. "Ese tipo de cosas pueden resultar psicológicamente abusivas para un niño".

Se debe reportar los casos sospechosos de abuso psicológico a los servicios de protección infantil, señalan los autores. También instan a los pediatras a observar las señales de maltrato emocional en sus pacientes.





Artículo por HealthDay, traducido por Hispanicare
FUENTES: Alec Miller, PsyD, chief, child and adolescent psychology, Montefiore Medical Center, New York City; Harriet MacMillan, M.D., professor, departments of psychiatry, behavioral neurosciences and pediatrics, McMaster University, Ontario, Canada; August 2012 Pediatrics

martes, 7 de agosto de 2012

Condenado por prohibir a su pareja llevar minifalda y ver a sus amigas

El joven reconoce que daba bofetadas a su pareja, que "no quería que saliera" o fuera al trabajo porque "tonteaba con los clientes". Se le condena a dos años y diez meses de cárcel.

 La Audiencia de Sevilla ha condenado a dos años y diez meses de cárcel a un joven de 23 años que, llevado por sus celos patológicos, prohibía a su pareja salir con sus amigas, llevar minifalda y le conminaba a dejar su trabajo "porque tonteaba con los clientes". Una sentencia de la Sección Cuarta de la Audiencia condena a Manuel Jesús V.S. por delitos de coacciones, lesiones y maltrato habitual porque en los dos años de relación con D.A.M. le insultaba para mermar su autoestima, le golpeaba y daba mordiscos "para someterla a sus dictados" y le obligaba a cambiarse la ropa que él creía "demasiado atrevida".

En febrero de 2009 la mujer puso fin a la relación, si bien posteriormente mantuvieron algún contacto que ella aceptaba "para evitar que su negativa provocara nuevas reacciones violentas", motivo que también la llevaba a "no rechazar frontalmente las propuestas de reanudar la relación". La sentencia relata que el 4 de abril de 2009 el acusado localizó a su ex pareja en un lugar conocido como Camino Viejo de Sanlúcar la Mayor, donde se encontraba en el interior de un coche con un amigo. El acusado sacó a la mujer de forma violenta del vehículo, la subió a su propio coche, la trasladó a un polígono industrial de Olivares mientras le daba golpes, mordiscos y le exhibía un cuchillo, y allí le metió la mano por la ropa interior y le palpó la vagina para comprobar si había mantenido relaciones con el amigo. Seguidamente volvieron al lugar donde la había encontrado para tratar de buscar, sin éxito, un preservativo "u otro vestigio de la relación sexual que presumía que había mantenido con aquel amigo". Añade la sentencia que a continuación Manuel Jesús se dirigió a la vivienda de su padre, donde ambos mantuvieron relaciones sexuales completas y que D.A.M. "aceptó con el propósito de no enojarlo más y poderse marchar a su casa".

Por estos dos últimos sucesos el fiscal pidió para el acusado diez años de cárcel por un delito de agresión sexual continuada y otros cuatro años por detención ilegal, pero la sentencia le absuelve porque cuando introdujo la mano en la ropa interior de la víctima no lo hizo con ánimo lascivo sino solo para comprobar si acababa de mantener relaciones con otra persona. "Este acto tampoco puede calificarse como abuso sexual sino como un episodio más del continuo control, dominación, trato vejatorio y humillante que el procesado mantenía hacia la víctima, incluso después de rota su relación", según los jueces. Tampoco se considera agresión sexual las relaciones mantenidas en la vivienda del acusado porque aunque "evidentemente" la víctima no las deseaba, reconoció que el acusado no la intimidó y admitió que ella "en ningún momento exteriorizó su negativa".

La relación "patológica y destructiva" entablada por el procesado le llevó a reconocer ante los psicólogos que daba bofetadas a su pareja, que "no le gustaba que saliera con sus amigas e incluso que quería que dejara el trabajo porque tonteaba con los clientes". La condena incluye el pago de 4.000 euros de indemnización porque la víctima sufrió "un innegable sufrimiento, un profundo sentimiento de humillación, impotencia, angustia y desconfianza, difíciles de superar incluso con ayuda especializada".



Publicado en Diario de Sevilla
07-08-2012

viernes, 3 de agosto de 2012

EL MALTRATO PSICOLÓGICO TAMBIÉN DEJA CICATRICES

Menospreciar, amenazar o ignorar a los niños constantemente puede resultar tan nocivo para su salud mental como el abuso físico o sexual, según un informe reciente de un grupo de pediatras.

Pero ante la ausencia de moretones detectables, los pediatras, maestros y familiares quizás tengan problemas para reconocer éstas y otras formas de abuso psicológico. No solo no hay cicatrices físicas obvias, sino que tampoco hay una definición universalmente aceptada de qué constituye el maltrato psicológico de los niños, y puede existir una frontera muy fina entre un estilo de crianza no demasiado bueno y el abuso en sí, señalan los expertos.

“El mensaje principal para los profesionales clínicos infantiles y las personas que trabajan con niños es que el maltrato psicológico puede ser igual de nocivo que otros tipos de maltrato”, enfatizó la coautora del informe, la Dra. Harriet MacMillan, profesora de los departamentos de psiquiatría, neurociencias conductuales y pediatría de la Universidad de McMaster en Ontario, Canadá.

“Sabemos que la exposición a otros tipos de maltrato como el abuso físico y sexual se puede asociar con una amplia variedad de tipos de discapacidad en la salud física y mental, y en el desarrollo cognitivo y social”, señaló. “De forma similar, observamos esos tipos de discapacidades asociadas con el maltrato psicológico”.

El informe de la Academia Americana de Pediatría (American Academy of Pediatrics) aparece en línea el 30 de julio y en la edición impresa de agosto de la revista Pediatrics.

Calcular la prevalencia del problema es difícil, en parte debido a la falta de una definición universalmente aceptada de abuso psicológico, señaló MacMillan. Estudios en Gran Bretaña y Estados Unidos calculan que de 8 a 9 por ciento de las mujeres y 4 por ciento de los hombres reportan abuso psicológico severo en la niñez.

El maltrato psicológico de los niños puede tomar varias formas. Puede incluir menospreciar, humillar o ridiculizar crónicamente a un niño por mostrar emociones normales. También existe la negligencia, como dejar a un bebé solo en una cuna todo el día, excepto para alimentarlo o cambiarle la ropa.



Abuso mental en niños también deja cicatrices