miércoles, 19 de junio de 2013

LOS MONSTRUOS DE MI CASA

Carmen Artero ha empezado a escribir su historia. Es la historia de una mujer que, conociendo las situaciones de desprotección de la infancia, ha decidido dar a conocer esa realidad y acoger dentro de su propia familia a niños que han padecido malos tratos, abusos sexuales o negligencia familiar. Pero Carmen ha tomado una decisión más. Desde su hogar está luchando para crear una fundación que defienda los derechos de la infancia.

Los monstruos de mi casa muestra la realidad cotidiana de la desprotección infantil, entendiendo como tal los malos tratos físicos y emocionales, el abuso sexual y el abandono o negligencia por parte de los padres o personas del ámbito del niño.

Los afectados son niños normales, no siempre pertenecientes a ámbitos marginales. Son niños invisibles porque no tienen a quién acudir y ni tan siquiera saben que tienen derecho a recibir ayuda. Son niños que, por ejemplo, no saben besar porque nunca les han enseñado, o que fueron encontrados por la policía en la calle, descalzos y en camiseta. Pertenecen a familias de todo tipo: familias normales que ocultan el problema o familias marginales que no pueden o no saben cuidar de sus hijos. Algunos de ellos han sido acogidos temporalmente por Carmen Artero, hilo conductor del documental, madre de cuatro niños, y “madre canguro” de dos más. Junto a ellos, el documental muestra a profesionales, representantes en cierto modo de la sociedad, que buscan soluciones que, en ocasiones, suponen separar a los niños de sus padres. Los monstruos de mi casa muestra esta realidad a través del testimonio y las acciones de sus protagonistas, profesionales de los servicios de protección de menores, psicólogos, asociaciones... y del relato y la vida cotidiana de Carmen, una “madre canguro” de Mallorca.

El documental contiene testimonios y experiencias de personas que están en contacto con niños que viven situaciones de desprotección, como malos tratos físicos, abandono o abusos sexuales, hasta el punto que les ha sido retirada la tutela a sus padres. También el análisis psicológico de una sociedad que no reconoce estos casos como propios, que se avergüenza de sí misma por contar entre sus miembros con personas capaces de agredir de manera tan grave a un niño, incluso a sus propios hijos. Los monstruos de mi casa va de lo particular, el caso de cada niño, hasta lo universal, la vergüenza de la sociedad, pasando por el trabajo diario de las personas que intentan poner de manifiesto esta realidad o que, con su acción, consiguen salvar las vidas de los niños que se ven en situación de desprotección.

Los datos y cifras sobre desprotección infantil están presentes en el documental para informar y dar solidez y credibilidad al relato. Sin embargo, el objetivo no es ser exhaustivos, sino trasladar una realidad a través de los testimonios de los que la conocen y poner de manifiesto que la desprotección es más habitual de lo que la sociedad quiere pensar, sólo hay que preguntar a los que están en contacto con los niños para darse cuenta de que hay desprotección desde el nivel más leve, hasta el más grave. No es el objetivo del documental crear una alarma desproporcionada, tan grave sería la sobreprotección infantil como la desprotección, ni convertir a todo vecino en sospechoso.

Mostramos al espectador una realidad incómoda que no está acostumbrado a ver y que, por estar dentro del ámbito de la vida privada y de lo cotidiano, es aún más impactante.

El objetivo de Los monstruos de mi casa es poner de manifiesto que dentro de la esencia del ser humano también hay tendencias tan crueles como las que llevan a los padres a abusar, maltratar o ser negligentes con sus propios hijos. La crítica no es sólo a esos padres, es a la sociedad, que a menudo se niega a intervenir aparándose en la privacidad de la familia, y que, para sentirse menos culpable, tiende a alejar el problema situándolo tan sólo en ámbitos marginales. Por ejemplo, si los datos sobre abusos sexuales son ciertos (un 19% de las mujeres los han padecido y un 15% de los hombres) habría que preguntarse ¿cuántas de las personas que nos rodean han sufrido esos abusos? De cada aula ¿cuántos niños los están sufriendo ahora?

Hay un punto positivo en esta historia: muchos ciudadanos han decidido actuar para mejorar la situación de la infancia. Y lo hacen con decisiones tan comprometidas como acoger niños en su casa o reclamar a la Administración que tome medidas para apoyar a los niños. El documental muestra esta actitud de la sociedad civil, con ejemplos sacados del día a día de padres de acogida, trabajadores de los servicios sociales, abogados...

El oscurantismo en cuanto a la desprotección infantil se asemeja a lo que pasó en su día con la violencia de género: al ser una cuestión del ámbito privado, el problema quedaba oculto. Últimamente, los abusos, malos tratos o negligencia contra la infancia empiezan a aparecer en los medios, aunque aún demasiado ligados a las páginas de sucesos. Basta leer la prensa para asomarse a los titulares que denuncian esta realidad. Los monstruos de mi casa se aleja del morbo de la sección de sucesos, para reflexionar en profundidad y contribuir a una mayor sensibilización.

Marta y Alberto, directores del documental “Los monstruos de mi casa”, a través de la productora Quindrop, creyeron desde el primer momento que Internet era un lugar idóneo para ampliar la difusión de su documental. Una propuesta de contenido tan arriesgado y valiente y que contaba con una gran protagonista, Carmen Artero, merecía una promoción mayor que sólo su emisión en televisión.

Por ello, se han puesto en marcha varias estrategias que han convertido a “Los monstruos de mi casa” en algo más que un documental.

Lo primero ha sido crear una página web que supone el lugar de partida de diferentes experiencias, que el usuario puede experimentar a través de la propia web o de diferentes medios sociales:

Ya desde la página www.monstruosdemicasa.com podemos ver el documental directamente o enlazar al canal de Vimeo, una red social de Internet basada en vídeos, que nos permite verlo en mayor calidad o tamaño, descargarlo o compartirlo en otras páginas/blogs. Además, la web se ha acompañado de una gran cantidad de material extra que completan la experiencia de su visionado, desde secuencias adicionales, entrevistas íntegras, descargas y un largo etc.

También se ha creado un blog utilizando la plataforma wordpress (http://www.monstresdecameva.com/blog/) para difundir noticias no sólo relacionadas con el propio documental sino también con su temática, desde ahí se pueden comentar las diferentes entradas. Este canal nos ayuda a ampliar el eco que puedan tener otras noticias relacionadas y que nos pueden pasar normalmente desapercibidas.

Considerando el valioso material gráfico aportado por los diferentes artistas al proyecto, se ha creado la página en flickr, otra red social que nos permite compartir fotografías. Desde aquí podemos ver en mayor calidad diferentes ilustraciones, dibujos o en gran resolución fotogramas del propio documental.

Por último y quizás una de las sorpresas más agradables de la propuesta multiplataforma que se ha creado, ha sido la creación de la página oficial en Facebook (http://www.facebook.com/monstresdecameva) que cuenta ya con más de 1.100 fans en menos de dos meses, sin duda todo un éxito cuyo principales promotores son tanto Carmen como Marta y Alberto, que dan respuesta a los innumerables comentarios que se producen cada día. Facebook quizás se ha convertido en el canal más eficaz de divulgación de nuevos contenidos relacionados, debido en gran parte a su masa crítica, que cada día aporta su granito de arena contando sus propias experiencias.

El conjunto de propuestas ha permitido alargar la vida a este documental y a su mensaje, permitiendo el encuentro en la red de muchas personas que empatizan o han vivido situaciones similares, convirtiéndose en parte de este proyecto, y protagonistas de esta historia.

Internet es un medio en constante crecimiento y evolución, idóneo no sólo para dar a conocer a todo el mundo tu historia o tu proyecto sino para alargar su vida, pulsar la opinión de la gente, conocer lo que piensan sobre ti, en definitiva una comunidad compuesta por miles de personas que comparten una misma inquietud.

Puedes ver el documental, copiando y pegando en tu navegador el enlace que encontrarás al final de esta entrada.

Estos son los dibujos de la exposición “Els monstres de ca meva”, que se organizó en Palma en el mes de octubre de 2010, acompañada de unas jornadas de expertos sobre maltrato infantil. La muestra está formada por 18 dibujos realizados por niños y adolescentes de entre 5 y 15 años, que en algún momento de su vida han sufrido desprotección. Los nombres de los niños son ficticios, para conservar su anonimato.

Terapeutas, psicólogos y educadores utilizan el dibujo para ayudar al niño a explicar lo que le ha pasado o cómo se siente ante un caso de maltrato, abuso o negligencia. El dibujo es el discurso con el que el niño se comunica con nosotros, con el que nos explica no sólo el suceso puntual que ha motivado la intervención terapéutica, sino también cómo se ve a sí mismo y cómo ve a su agresor.

Los dibujos de la exposición han sido cedidos por el Servei d’Infància i Família del Institut Mallorquí d’Afers Socials, el Instituto de Medicina Legal de Balears y los chicos y chicas de la Unidad de Tratamiento de la Conselleria d’Afers Socials, Promoció i Immigració del Govern de les Illes Balears.

» Andreu, 8 años

 

Los monstruos de mi casa

Abusado desde los 4 años por su padrastro. Se dibuja a sí mismo con cara de pánico y marcando especialmente los botones de la camisa y la cremallera de los pantalones. Más abajo, en la siguiente imagen, expresa con con colores la rabia que siente.

Los monstruos de mi casa

Andreu expresa con colores y trazos fuertes la rabia que siente.

Los monstruos de mi casa

Andreu escribe en este otro papel cómo se siente, y recorta los bordes con tijeras.

 

» Fernando, 13 años

 

Los monstruos de mi casa

Sufrió durante años maltratos físicos y psíquicos por parte de su padre. Ahora vive con su madre, que ha conseguido rehacer su vida lejos del padre. El niño se encuentra bien, pero tuvo una temporada en la que se peleaba constantemente con sus profesores y compañeros de escuela.

Dibuja a su padre como un demonio. Está en un bar, solo, porque el resto de la gente le tiene miedo. Bebe cervezas, está borracho y desprende un fuerte olor a alcohol. También juega a las máquinas tragaperras. Fernando siente rabia hacia él, “es malo”.

 

» Elena, 6 años

 

Los monstruos de mi casa

Sufrió abusos y malos tratos por parte de su padre. Ahora mismo vive en acogida con su abuela.

El dibujo representa a su padre, al que dibuja muy pequeño y manteniendo relaciones sexuales con ella. Elena escribe: “se ha portado muy malo”. La figura grande del dibujo, sonriente, representa a la abuela acogedora, con la que se siente protegida.

 

» Sergio, 15 años

 

Los monstruos de mi casa

Ha sufrido desde su infancia malos tratos psicológicos por parte de su padre. Al iniciar la adolescencia también empezaron los abusos sexuales.

En el dibujo se representa a sí mismo inmovilizado en una cruz, sin poder escapar de las agresiones del padre, representado en la parte superior como una fiera con garras. Sergio dibuja el momento en el que decidió explicar que estaba sufriendo abusos. Este momento está representado por el agujero verde esperanza, de donde parte un trazo negro hacia abajo simbolizando las dificultades (sentimiento de culpa, soledad, desesperanza, huida de casa). El dibujo finaliza en una espada erguida que representa el descubrimiento de sus fortalezas y las ganas de seguir luchando para mejorar su calidad de vida.

 

» Miriam, 9 años

 

Los monstruos de mi casa


Ha sufrido malos tratos físicos y emocionales, y negligencia. Su madre es inmigrante, llegó a España con 15 años y embarazada de la niña.

Dibuja su familia sin ningún adulto de referencia. Miriam y su familia pertenecen a una minoría étnica, pero ella no lo refleja en su dibujo, donde las figuras no tienen nada que ver étnicamente con las reales. Ha sufrido insultos por parte de sus compañeros de colegio debido a su etnia. En el margen inferior izquierdo dice que se siente muy sola, pero lo tacha con un lápiz porque no quiere que se sepa.

 

» David, 8 años

 

Los monstruos de mi casa

Sufrió abuso sexual.

David dibuja a su agresor con los ojos encendidos, marcando especialmente los órganos sexuales. A su lado, escribe palabras relacionadas con el abuso que ha sufrido. Describe el dibujo así: “El que me hizo daño y he dicho, finalmente, que es verdad que me lo hizo”.

 

» Javier, 6 años

 

Los monstruos de mi casa

Tiene declaración de riesgo desde los 4 años y vive en un centro de menores desde hace unos meses.

Sus padres están separados y tienen graves conflictos entre ellos. El padre cumplió un año de prisión por violencia de género contra la madre. La madre toma metadona y está en tratamiento por problemas de salud mental. Los padres se han cruzado graves acusaciones mutuas y han presentado denuncias de abuso sexual al niño en el domicilio del otro.

El niño se dibuja a sí mismo, un día de lluvia. Añade al dibujo un coche que parece que le está atropellando, conducido por sus padres. Al lado pinta una casa sin ventanas donde dice que viven su padre, su madre y él.

 

» Isabel, 8 años

 

Los monstruos de mi casa

Sufrió abusos sexuales en el ámbito familiar.

En la parte inferior derecha del dibujo, Isabel dibuja a su agresor, abusando de ella. Explica que la subía a una silla para estar a la misma altura que ella y penetrarla por detrás. La niña dibuja en la parte superior izquierda a su hermano pequeño, que estaba en la puerta mirando todo lo que pasaba.

 

» Irene, 5 años

 

Los monstruos de mi casa

Ella y sus hermanos han sufrido abandono emocional y negligencia.

En su dibujo, Irene expresa las caóticas relaciones afectivas que existen entre los miembros de su familia. Las dos primeras figuras (hermana de 10 años y madre) mantienen una muy mala relación, porque la madre delega en la hermana la gran responsabilidad del cuidado de los niños. En esta familia hay sospechas de abusos sexuales a la hija mayor.

 

» Joan, 8 años

 

Los monstruos de mi casa

Ha sufrido abusos sexuales.

Dibuja a su agresor en una jaula, cerrada con un candado. La llave está en la esquina superior derecha, protegida por pinchos, para que el agresor no pueda acceder a ella.

 

» Dani, 12 años

 

Los monstruos de mi casa

Sus padres se han separado. Dani explica así lo que representa el dibujo: “Estamos en medio de una pelea entre mis padres, que no se ha acabado. La espada de guerra está levantada”.

El padre fue condenado por un delito de violencia de género contra la madre y tiene una orden de alejamiento. Dani es el que, en estos momentos, se está haciendo cargo de los hermanos pequeños, a los que protege.

 

» Marina, 5 años

 

Los monstruos de mi casa

Abusada desde los 4 años por su padre.

Dibuja las películas pornográficas que veía con su padre. Marina dice de los personajes que veía que “estaban desnudos y hacían porquerías”. La línea circular representa el marco de la televisión.

 

» Marcos, 9 años

 

Los monstruos de mi casa

Ha sufrido reiteradas agresiones físicas y sexuales por parte de un compañero de colegio. En este dibujo representa a su agresor, con cabeza pequeña, grandes manos y detalles en la ropa, especialmente la cremallera del pantalón, que recuerda haberse visto obligado a bajar en un episodio de abuso.

 

» Elisa, 7 años

 

Los monstruos de mi casa

Sufrió abusos sexuales en el ámbito familiar.

El psicólogo le pide que dibuje cómo se siente respecto a los abusos. Elisa se dibuja a ella misma, gritando, sin cuerpo y con los ojos y la boca muy abiertos, expresando el miedo que sentía cuando sufría los abusos.

 

» Ester, 9 años

 

Los monstruos de mi casa

Ha sufrido abusos sexuales en el ámbito familiar.

Ester dibuja cómo se tenía que colocar cuando su agresor abusaba de ella. Cuenta que la ponía encima de él y la penetraba por detrás.

 

» Toni, 6 años

 

Los monstruos de mi casa

Ha sufrido abusos sexuales en el ámbito familiar.

Cuando le piden una descripción de su abusador, dice que “es un monstruo”, y cuenta en el dibujo cómo eran sus órganos sexuales y cómo eyaculaba.

 

» Andrea, 10 años

 

Los monstruos de mi casa

Ha sufrido abusos sexuales en el ámbito familiar.

Dibuja de manera muy sencilla dónde le tocaba el abusador y cómo le tenía que tocar ella a él. Andrea está avergonzada porque tiene que hablar de lo que le ha pasado. Llega al acuerdo de no hablar, sino escribir sobre el papel “sí” o “no” a las preguntas que le hacen.

 

» Víctor, 7 años

 

Los monstruos de mi casa

Abusado a los 4 años por su padre. Ahora está tutelado.

Dibuja en la pizarra lo que su padre le pedía que hiciera, en este caso, una felación. La línea que sale de la boca a la zona genital representa la lengua.



Enlace para ver el documental Los Monstruos de mi Casa:
http://av.vimeo.com/48439/180/17798135.mp4?aktimeoffset=131&aksessionid=f39e5899f89d0d047bb0fb5da3a4c049&token=1371643936_5077914c2f929cd6710a14feac12a109

Enlace a la página web de Los Monstruos de mi Casa:
http://www.monstresdecameva.com/index.php